Port Olímpic de Barcelona, 10 de febrero, 2015.- Uno de los atractivos de la presente edición de la regata Mil Millas es navegar por aguas sardas. La gran isla de Cerdeña es en sí misma como un pequeño continente. En ella está sintetizado todo el Mediterráneo, desde sus altas montañas, visibles desde el mar en todo momento, acantilados imponentes, costas de dunas, torrentes y valles que se abren al mar, y las muchas islas aledañas a la costa de Cerdeña que hacen de esta travesía tener un encanto especial.
Una de estas isla es la mítica ‘isola del Toro’, la primera con la que presumiblemente toparán –aparte de la mole sarda- los regatistas de forma visual y que servirá como referencia de entrada, para iniciar el apasionante rodeo que ejecutarán a la isla de Cerdeña, después de navegar dos o tres días a horizonte abierto entre Menorca y Cerdeña.
La isla del Toro junto con la isla de la Vacca, pegada a la isla de San Antioco, forman un estrecho que abre la puerta a los competidores y acompañantes en la aventura sarda de las Mil Millas. La isla de Toro es el islote más meridional de Cerdeña y fue un punto de referencia náutico desde las navegaciones fenicias [38°51′40″N/ 8°24′36″E] y de Ulises y la Odisea.